La diversidad de temas recogidos en esta obra la hacen verdaderamente atractiva. Aunque el tema central es la Guerra Civil Española, en el texto se intercalan narraciones fantásticas o cuentos, aderezados con amoríos, pasiones, egoísmos, infidelidades, lujuria... En fin, debilidades humanas de las que el hombre no se ha liberado jamás. Todo ello para aliviar los momentos de amargura que la crudeza de los hechos de la Guerra Civil pueden trasmitir.
Aunque el relato, narrado por un padre de familia a sus hijos, abarca desde finales del siglo XIX hasta pasada la mitad del siglo XX, las vivencias de los protagonistas se producen durante la posguerra. La narración comprende hechos anteriores y posteriores a la conflagración, recogiendo referencias a la Iglesia, al Ejército, a la Política y a la sociedad en general. Como telón de fondo, afloran el Estraperlo, el Racionamiento, la Masonería, el Krausismo, la Institución Libre de Enseñanza, los Exilios y como no podía ser de otra forma, el permanente vicio de la Corrupción.
Otra línea interesante de la obra lo constituye la filosofía sobre la obra de Miguel de Cervantes, Don Quijote de La Mancha, a través de los relatos que el padre
de familia refiere a sus hijos. Esta narración constituye una parte importante de la novela, desgranando lo que, a juicio del autor, Cervantes quiso trasmitir describiendo hechos y poniendo en boca de un personaje absorbido por la locura, cosas que atribuidas a un cuerdo podrían ser causa de condena. |