El 1 de Agosto de 1975, treinta y cinco Jefes de Estado firmaron
en Helsinki un documento con el que europeos y norteamericanos
pusieron fin con treinta anos de retraso- a la segunda guerra
mundial y a sus consecuencias en Europa. En la operación
diplomática más importante de la historia hasta aquella
fecha, sus participantes intentaron reconocer el statu quo europeo
y echar abajo las barreras que separaban el Este y el Oeste europeos.
Con una impresionante capacidad de observación, el embajador
Jorge Fuentes ha conseguido evocar el ambiente de la guerra fría
a través de una atractiva galería de personajes:
emigrados, espías, empresarios, terroristas, exiliados,
etc. Y con ellos, los políticos, diplomáticos, militares
y periodistas que trataban de introducir un cierto orden en aquella
realidad confusa y polifacética, atractiva hoy, desoladora
entonces.La cumbre constituye un fresco histórico
gigantesco, un tapiz cambiante, a veces dantesco y a veces rousseauniano,
en el que, a partir de los meses previos a la firma del Acta Final,
se dibuja la Europa dividida de entonces, un continente con escasa
confianza en sus posibilidades de reunificación
No
es la Europa de El tercer hombre ni de Cuatro
en un jeep sino más bien la de Los jóvenes
amantes. Aún faltan tres lustros para que caiga el
muro de Berlín y la Europa de Schumann y Monnet se universalice.
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