Dentro de la aparente normalidad que rodea a nuestra existencia, mientras todo funciona accionado por el mecanismo de la rutina, hay seres junto a nosotros que, a su pesar, tienen la vida al límite. De la fatalidad de estos personajes contemporáneos, la mayoría de ellos mujeres, se nutren las historias de El haya que lleva escrito tu nombre, veinte relatos escritos en una prosa directa y eficaz que trazan el mapa del sufrimiento en la sociedad actual.
Una mujer sepultada bajo los escombros, un peluquero al que su homofobia le lleva a matar, un maltratador asesinado, una extranjera obligada a prostituirse, una joven violada por su jefe, unos senegaleses a los que boicotean en su intento de cruzar el océano, un ginecólogo que descubre que es un niño robado o el tráfico de órganos, son algunos de los argumentos de estas narraciones.
En otras ocasiones el dolor y el abismo no surgen de la maldad ajena sino del interior de uno mismo, como la lucha contra el cáncer de mama, los trastornos psicóticos o el alzhéimer. El miedo a la soledad durante la vejez, el deseo de morir en casa, el suicidio o la angustia de existir son otros temas que se abordan en este libro. La anciana protagonista de la anterior obra del autor, La noche de las 7 lunas, regresa en uno de los relatos para dar un paseo por el cementerio, para mostrarnos también que la muerte nos puede enseñar a vivir. |